"¿Dónde está mamá?"
"Ah, Kyouka-san ya... ¡Whoa!" Él saltó sorprendido. "N-nee-san..."
Ante sus ojos, había una chica envuelta solo en una toalla de baño. Su cabello todavía estaba mojado y la piel de su cuerpo en forma de jarrón era de un rosa ligeramente ruborizado. "Prepara mi café, de acuerdo, tostadas también. Asegúrate de que los bordes estén crujientes. En cuanto al aliño para la ensalada..."
Ella era mandona incluso por la mañana.
"Lo tengo, solo vístete", dijo, dándose la vuelta.
"No puedo evitarlo, todavía estoy mojada. No hay forma de que pueda vestirme así", dijo Yuika casualmente. Habiendo vivido juntos el tiempo suficiente, Yuu sabía lo que estaba tramando. Lo estaba haciendo a propósito para ponerlo nervioso. Ella es tan diferente de Kyouka-san, pensó.
El cabello negro de Yuika, siempre en una cola de caballo, sus ojos almendrados y su hermosa nariz la convirtieron en una belleza realmente genial. "Haa, hace tanto calor".
Se sentó frente a Yuu y, mientras él servía el café, jugueteó deliberadamente con la toalla de baño. Deslizando su dedo por su pecho y temblando, ella no solo expuso su profundo escote sino que también hizo que su generoso seno rebotara.
"Oh Dios mío, estás caminando vestida así otra vez", una voz desde atrás dijo.
"Yuu dijo que quería echar un vistazo, así que se los enseñé", dijo Yuika, mirando hacia atrás.
"N-no, ¡no lo hice!" dijo, aliviado por la llegada de refuerzos.
Era la hija de Kyouka y la hermana menor de Yuika, Koharu. Su cabello de color castaño, largo hasta la cintura, heredado de Kyouka, y sus ojos ligeramente caídos, lo opuesto a los ojos fuertes de Yuika, eran indicativos de su suave personalidad. "Puede que mamá esté afuera, pero si mojas la casa y abusas de Yuu, te van a volver a gritar".
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